EL POLÍGRAFO

Todo lo querías guardar,
hasta lo bueno,
como un puerto USB sentimental.

Desprendías tanta luz
como misterio,
parecías un crisol
de arena y cal.

“La verdad te hará mejor”,
dejaste escrito
con las uñas en mi espalda
al despertar.

El portazo retumbó
como un latido,
tu polígrafo acabó
por funcionar.

Qué pareja excepcional,
fuimos perfectos
como la fisonomía de un compás.

Una relación abierta por el miedo,
era tan abierta que se abrió en canal

“No me vengas a buscar,
si sigues vivo”,
me gritabas dentro
del auricular.

El portazo retumbó
como un latido.
Tu polígrafo
acabó por funcionar.

Adiós, hasta el infierno.
Adiós, hasta el final.
Reviéntate por dentro,
si sangra es de verdad.